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Juan Manuel Santos (pres. Colombia), Raúl Castro (dictador de Cuba) y Timochenko (Comandante de las Farc) |
Por fin. Seis millones de muertos después, la paz se firmó en Colombia entre el gobierno de ese país y la guerrilla de las farc.
Con eso se puso fin a casi 70 anhos de guerra interna, cuyo saldo de violencia, de muerte y de desolación, se sentirán por mucho tiempo en la tierra de García Márquez, del Pibe Valderrama y de la cumbia.
El hecho celebrado ampliamente por el sentido común del mundo, increíblemente ha recibido críticas por los que consideran que la guerrilla ha sido tratada con benevolencia y que no pagará sus crímenes (crímenes que también cometió el Ejército).
Bajo ese argumento, aquellos críticos que estoy seguro nunca corrieron por sus vidas, ignoran el valor de ese bien supremo llamado paz. Los que piden seguir la guerra, nunca irán a la guerra.
Según la revista Semana, en su edición de agosto de 2014, a esa fecha el conflicto armado tenía registrada la aterradora cifra de 6 millones de muertos. Los muertos eran campesinos, negros, indígenas, pobres que combatían del lado del ejército, y pobres que combatían del lado de las Farc. Pueblo. Pueblo que ya había olvidado por qué se mataba entre sí y lo seguía haciendo casi mecánicamente.
Parecía un conflicto sin salida en el que el Estado no podía acabar con la guerrilla, porque a los militares lucraban con el jugoso presupuesto que recibían del Estado colombiano y de EEUU para esa tarea. Les convenía alargar la resolución, mientras la gente seguía muriendo.
La guerrilla tampoco podía vencer, porque, primero, la ex Urss, luego Cuba y finalmente Venezuela, habían dejado de apoyarla económicamente por sus respectivas crisis, y estaba arrinconada, casi sin recursos y con poca gente. Pero no se rendía.
Ok.
Entonces qué es lo que ha logrado el presidente Juan Manuel Santos con este acuerdo firmado en Cartagena de Indias, con la mediación de Cuba? acuerdo que rechaza Álvaro Uribe y muchos otros?
Ha logrado mucho. Demasiado.
Su primer logro ha sido táctico, con miras a una estrategia mayor. Es más fácil acabar con el extremismo en escenarios de paz, que en escenarios de guerra. Los extremistas no saben moverse en paz. En ella están fuera de su elemento y por lo tanto corren con desventaja si juegan el juego de la democracia y el Derecho. Son menos fuertes. "Pelean" en terreno desconocido. La paz es una desventaja militar en todos los tiempos. Por eso los violentos la evitan (salvo que no les quede otro camino). Ellos la sienten más que nadie. Eso le pasó a la ex guerrilla del M19 y le pasará a las Farc. El M19 dejó las armas. Se hizo partido político y desapareció. No sobrevivió en el ecosistema de la paz. Santos lo sabe. Santos los conoce.
Sus detractores lo acusan de ser un blando con los guerrilleros. Pero ningún ministro de Defensa golpeó más a las Farc como lo hizo él durante el gobierno de Uribe. A través de ataques aéreos quirúrgicos, eliminó por lo menos a tres altos comandantes guerrilleros que antecedieron a Timochenko (actual comandante), incluso penetrando para ello en territorio ecuatoriano, lo que le valió al gobierno de Uribe una breve crisis con el de Correa.
Santos los conoce. Y con el acuerdo de paz ha logrado que los que se habían rebelado al Estado, se sometan a las reglas que impone el Estado. Sin pegar más tiros. Dando una sensanción de debilidad (táctica), pero sabiendo que la paz desaparecerá a la guerrilla (estrategia) como ya pasó antes.
Bien jugado.
Sí. Los sacó del monte, les quitó el fusil de las manos, desmontó la guerrilla, les devolvió la ciudadanía a ellos y la paz al resto de su país. Hace cuatro anhos nadie hubiera creído eso posible.
Con aquello logró lo que en siete décadas de plomo y de millones de muertos no se había conseguido. Logró lo que Uribe en dos gobiernos de mano dura contra la guerrilla, no pudo.
Le ahorra vidas a su país. Le ahorra sufrimiento a un pueblo adolorido que nunca se permitió perder la sonrisa.
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Soldado colombiano herido en combate. |
Todo aquello es en sí mismo una gran victoria para Colombia, y también para Latinoamérica, que supo estar llena de conflictos armados, pero que hoy queda pacificada formalmente desde el Río Bravo hasta la Patagonia. Por primera vez en dos siglos.
Un detalle no menor.
Dicho esto, pareciera increíble que haya quienes piden a los colombianos votar No a la ratificación del acuerdo por parte del pueblo en el referendum que se avecina. Es como desear mantenerse en ese insufrible espiral de la muerte. Incomprensible.
El pedido lo encabeza Álvaro Uribe, dos veces presidente de Colombia y ex jefe de Santos. Uribe, cuyo padre fue asesinado por las Farc y él mismo sufrió varios atentados (incluso mientras juraba como presidente), no pudo acabar con la violencia usando la violencia. Tuvo su momento y no lo logró. Santos demuestra que la diplomacia siempre será el camino.
Esto pone fin a una guerra de baja intensidad que ha dejado sólo en 2012 entre 4 y 5 millones de desplazados. Entre 4 y 5 millones de civiles, campesinos, inocentes, que dejaron lo poco que tenían y se fueron a lo incierto, a multiplicar su pobreza, para no morir por algo que tampoco entienden.
Según la ONU, Colombia es el segundo país del mundo con mayor número de minas antipersonales, sólo superado por Afganistán. Eso significa más muertos, incluso ahora que las armas han callado. Significa ninos que van a pie a la escuela y de pronto vuelan por el aire sin saber qué les pasó o por qué, o quién, o cuándo, o cómo...
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Colombia tuvo 5 millones de desplazados en 2012. |
Critican el acuerdo los que tienen intereses políticos y buscan polarizar a la ciudadanía de aquel país, o los que no tuvieron nunca que correr por su vida con la familia a cuestas, los que no tuvieron que perder a un pariente, enterrar a un hijo, o dejar el hogar para huir de la guerra hacia ninguna parte.
Hoy, entre tantas noticias positivas, Colombia abre un nuevo escenario para que los que piensan distinto ya no se agarren a tiros por sus diferencias, sino que se enfrenten al amparo del derecho y de la ley, asegurando la vida y la paz de la gran mayoría que no sabe nada de política ni de ideología, y que sólo buscan vivir en paz.
Que Dios bendiga a #Colombia.